sábado, 11 de septiembre de 2010

En Casa

Me convertí en un paraíso, me convertí en una virgen, me convertí en una esclava y en una princesa, fui tu prima, tu sicóloga, tu huasa. Deberé dejar de construír relaciones de juguete para empezar a trabajar tus emociones, deberé ceñirme el busto para gustarte un poco más, deberé dejar de exigirte las nuves, para poder estar.

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