Cambié el té
por el mate
Me pinté
las uñas
de color VERDE
Me tomé
la garganta
con el rocío
de la mañana
Un Hamster
(de nombre Herminio)
mordió
mi dedo índice
(con la uña de color verde)
Éste,
ahora,
yace enterrado
en una cajita de té
en el patio de mis primos
Y yo estoy
a medio camino.
lunes, 26 de enero de 2009
miércoles, 21 de enero de 2009
viernes, 16 de enero de 2009
Cruzando el río apenas pudiendo cruzarlo
Las rocas
son el murmullo
de indígenas
rotos
la montaña guarda
en forma humana
las cosas
que vió
pasar
por su silenciador
de madera
Con la punta
de la flecha
el pecho herido
el olor a sangre
borrable
nunca
imborrable
entonces
La roca
te roza
la mancha
la vaca
el tallo
la hoja
y el canto
del pajarito
podrido
en almíbar
del río.
son el murmullo
de indígenas
rotos
la montaña guarda
en forma humana
las cosas
que vió
pasar
por su silenciador
de madera
Con la punta
de la flecha
el pecho herido
el olor a sangre
borrable
nunca
imborrable
entonces
La roca
te roza
la mancha
la vaca
el tallo
la hoja
y el canto
del pajarito
podrido
en almíbar
del río.
viernes, 9 de enero de 2009
Joven Mujer:
Tienes tú
un gran tesoro en tus manos;
tus frondosas cejas.
Si empieces a joder con la pincita
quedarás como las
señoras viejas,
tendrás que marcarlas día a día
con un lápiz de ojos
de algún color parecido a tu piel.
Sin embargo
ni pienses que la gente que te vea por la calle
se va a creer
“el truco de la que sí tienes cejas”
se reirán a tus espaldas
por tu imitación barata y manual
de éstas.
un gran tesoro en tus manos;
tus frondosas cejas.
Si empieces a joder con la pincita
quedarás como las
señoras viejas,
tendrás que marcarlas día a día
con un lápiz de ojos
de algún color parecido a tu piel.
Sin embargo
ni pienses que la gente que te vea por la calle
se va a creer
“el truco de la que sí tienes cejas”
se reirán a tus espaldas
por tu imitación barata y manual
de éstas.
sábado, 3 de enero de 2009
Queremos querer
No nos dejamos de querer porque no quisimos olvidar que en el pasado se construyó una hermosa historia de invierno y de agua. No nos dejamos de querer como un tumor se planta en el seno de la herida sin tregua. Hay cáncer palpitándonos en el fondo de nuestros cuerpos acorralados entre el muro y las espinas, que no se quieren dejar de querer. Estamos queriendo ahora como nunca/siempre antes nos quisimos: sin tocarnos ni la punta del pelo nos queremos como abejas a las flores en primavera. Nos queremos acurrucados en la esperanza y en la inocencia de un posible renacer, revivir, retornar.
Nos queremos y no queremos nunca despegar nuestra piel de la otra.
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