jueves, 30 de septiembre de 2010

Des/amor

La herida me duele mucho. Ay, ¡qué difícil poder vivir con esto adentro! Yo siento que es algo que jamás podré superar... o tal vez podré superar pero no olvidar. No lo sé. Ahora nadie ni nada me consuela. Ahora entiendo muchas cosas de la vida. Ahora entiendo al joven que se mata por amor, ahora entiendo a la niña que siente que se va a morir porque el niño que ella ama no le hace caso, ahora entiendo, yo entiendo recién ahora cómo duele que te digan que ya no te aman. Ahora entiendo cómo duele caer y lo difícil que es levantarse. Ahora lo entiendo porque ahora yo lo estoy viviendo. ¡Qué triste es estar enamorada de esta forma tan poco productiva! Y es más triste aún, saber que debo olvidarme de esto que siento que es tan bonito. Debo dejar de sentirlo. ¿Cómo se hace eso? ¿Alguien sabe? Es como sacarse el corazón y ponerlo en el refrigerador unos meses hasta que se le pase el calor; y luego, darle la libertad para que vuelva a sentir, pero no lo mismo que antes, no señor, ahora debe sentir otras cosas, por otras personas. Debe refugiarse en otro pecho, debe enamorarse de otro olor y de otra piel. Debe encontrarse con otro corazón, distinto al de antes, para volver a ser feliz.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Anoche llovió en la esquina de mi cama

Hoy te escribo con el corazón adormecido entre las sábanas. Anoche era tarde y empezó a llover, y a mí me costó mucho más dormir. No podía. El pajarito que vive dentro de mi pecho estaba enloquecido, quería salir volando, quería ir a correr junto a ti bajo lluvia, quería encontrarte en algún sueño por lo menos. Me dormí. No soñé contigo. Al parecer te borras de mi mente de forma paulatina. Te borras, como las fotos que se sacan con las Polaroid, pero al revés: en vez de aparecer de repente entre las nubes de una fotografía nueva, desapareces entre la tierra de una vieja fotografía. Me calzo. Voy al baño. Afuera sigue lloviendo. Cuando vuelvo a mi pieza, me siento a la orilla de mi cama a mirar por la ventana. El cielo está de tu color favorito, aunque ya no recuerdo bien cuál era tu color favorito. Creo que sólo me quedará imaginar cómo eran las cosas contigo, cómo eras tú y qué cosas sentías. Creo que todo se desvanece...

sábado, 25 de septiembre de 2010

jueves, 23 de septiembre de 2010

Rompida


Sentirse así, derrotada, explocionada*, rota, vacía, quebrada, desquebrajada, ajada, lastimada, rayada, maltratada, maltrecha, descascarada, malusada, acabada, apocada, menospreciada, malherida, y con un dolor en el pecho más grande que el mismísimo sol de los aztecas. Y los nombro a ellos, porque quiero enfatizar la importancia del sol, si digo el sol de los chilenos, creo que nadie le queda el saco suficientemente bien como para entenderme a mí.

miércoles, 22 de septiembre de 2010


Que me des un abrazo y un beso de tal magnitud que quedemos impregnados sobre el tapiz de las murallas, así como en un cuadro de Gustav Klimt.

martes, 14 de septiembre de 2010

Ganas

Sí, de eso tengo ganas. De llamarte ahora, por teléfono y decirte que te amo y que daría mi vida por ti. Que eres lo más importante y lo más bonito del mundo. Que quiero amarte con toda mi alma y con todo lo que soy. Y también, que quiero escribirte cuentos y canciones de amor para toda mi vida. Pero no lo voy a hacer, porque como dice mi amiga, la vida es un dejavú, y que yo te diga todo lo que siento, no va a cambiar en nada las cosas, sólo haré que se repitan, una y otra vez.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Sueños Deshechos

Construiste un mundo tan de mentira, hecho con palabras que sacaste de los diccionarios o aprendiste en la calle, pero que nunca lograste sentir. Las dijiste una y mil veces, las repetiste bajo cualquier cielo y en cualquier oído que quiso, con deleite, creérselas. Es que parecían tan reales, tan palapbles, que nadie pensó que todo era un triste sueño de mariposas anaranjadas, peces multicolores, y nubes blancas. Con este sueño, podríamos llegar hasta la luna, si quisiéramos, dijimos, cuando nos dimos cuenta de que en realidad, era un sueño, y nunca había sido verdad. Pero no. Con este sueño, no llegábamos ni a cruzar la vereda, con este sueño, se me cayeron todos los otros sueños, dejando mi mente y mi alma en penumbras. Ahí fué, cuando aprendí a pedir permiso y por favor, antes de dejar a mi corazón pasarse por los livings de la casa de las otras personas, a quienes quería amar.

sábado, 11 de septiembre de 2010

En Casa

Me convertí en un paraíso, me convertí en una virgen, me convertí en una esclava y en una princesa, fui tu prima, tu sicóloga, tu huasa. Deberé dejar de construír relaciones de juguete para empezar a trabajar tus emociones, deberé ceñirme el busto para gustarte un poco más, deberé dejar de exigirte las nuves, para poder estar.

jueves, 9 de septiembre de 2010

El Ultimo Recuerdo

(Fragmento)

Ya no importaban las primaveras perdidas, ya no importaban las fiestas a las que no me llevaste o que no te llevé. Ya no importaban las palabras mal dichas, mal escritas, mal escupidas en la cara. Ahora importaba mirarte, que me mires y que volvamos a ser uno, por la fracción se segundo que duraría mirarnos a los ojos como por primera vez, como cuando uno se da cuenta de que está enamorado de esa persona, y que es sólo con esa persona con la que estaría siempre, por el resto de su vida.

martes, 7 de septiembre de 2010

Los años más maravillosos

Ahora, guardo las flores de papel de frugelé en el cajón de las cosas perdidas, no quiero exibirlos más para tener los recuerdos intactos y sin rastros de tierra o de tiempo. No me gusta mucho pensar en que pueden venir otras personas que no conozcan el dulce significado de las flores y te pregunten que qué son y tú les regales la que llevas en la oreja.

Todavía hay un portarretrato de colores con abejas que está justo encima de mi cabeza cuando duermo, en él hay una foto tuya y de tus amigos de tu viaje a Coltauco.

También, está tu bufanda café claro colgada con mis pañuelos, no sé qué hace ahí, pero ahí está y no quiero tocarla ni olerla, porque seguramente, tiene olor a ti, y no es que no quiera olerte, es que esas cosas suelen darme pena, y ahora quiero estar tranquila y sin trabas.