lunes, 29 de junio de 2009

Corazón Desgarrado


Pensó que para cuando llegara a la esquina, el perro negro ya se habría ido. Las calles estaban tan distintas a como ella las conoció y como eran hace un par de días atrás, cuando tomó la micro en el mismo paradero donde hoy la dejó la misma micro.

Ella piensa: la verdad nunca se puede ser lo que uno quiere, porque todos te exigen una forma de vestir, de verte, de hablar. Y su Corazón, siempre se lo saca en cara: no puede salir a la calle siendo como es. Ella no lo acepta como es. Y ella llora harto cuando pasan esas cosas. Y le dice que nadie puede ser como quiere porque siempre hay filtros de personalidad en cada esquina, en cada sonrisa, en cada ojo.

Ella va por la vereda y el perro la mira fijo y no se va. El perro negro está más quieto que nunca y no deja de mirarla. Su corazón está angustiado y tiene el pecho lleno de amaneceres en nubes. Su corazón está angustiado y no encuentra nunca las respuestas que busca, y que en realidad no busca encontrar, así que se angustia sabiendo que los riesgos de sus dudas siempre fueron los mismos. La duda sin respuesta y la angustia que lo espera. Como el perro negro. En la otra esquina. La espera a ella, seguro de que en cualquier momento ella tocará con su pie la esquina y él podrá abalanzarse sobre ella. Mordiéndole el cuello y la ropa.

Ella ya lo sabe: su corazón, tendrá que saber seguir solo, porque el perro negro se encargará de llevarla a dar una vuelta infinita.

miércoles, 24 de junio de 2009

Tu Negrita

De puro necesitarte
es que se me llena el alma de angustias
a vces se me hace tan difícil
poder mirarte a los ojos
que espero tu mano en mi rodilla
como queriéndome más que nunca
más que la última vez
más que todas las veces
ahí me alivio
y me dejo hundir en tus brazos
anchos como el mar

Sentirte cerca
y respirarte al oído
como la vez
que nos pusimos tan nerviosos
que botamos la leche por la nariz
cuando nos reímos
como los niños chicos
o como las perros callejeros
que se hacen un espacio
en las almas ajenas

Siempre encuentro lo que busco
en tus manos
y ya no hay más enfermedad congénita
porque pude curarme
pudimos salvarnos

domingo, 7 de junio de 2009