miércoles, 26 de octubre de 2011

Tu último dolor

Cuando te digo que quiero ser tu último dolor
es a esto a lo que me refiero,
¿no ves que mi figura te cansa
y se estanca en tu corazón,
como dejándote sin posibilidades?
No quiero llenar los espacios vacíos,
no quiero mi foto
en el lugar que habitaba el recuerdo sin sombra,
quiero ser esto:
ser sólo yo
para que tus manos me conciban
como un amor legítimo.
Sin miedos y de pecho extenso.
Algún día,
quiero poder bailarles a tus pies
y mojar tus heridas con mis lágrimas.

Hagamos una sola,
una sola pena o un solo dolor gigante,
para que cuando se vaya
no quede ninguna otra
se borren todas juntas
así quiero
poder ser tu último dolor.

sábado, 15 de octubre de 2011

Cosa de Niños

Cuando era chica y me decían: "Hay niños que no tienen que comer". 
Yo pensaba: ¿serán robots o extraterrestres que no necesitan alimentarse?

viernes, 23 de septiembre de 2011

Distintos

Parece que nuestros nombres empezaran con letras distintas... A veces pienso que los meses se suceden como en el viento sin que logremos notarlo, porque pasan y son tan ligeros que no los percibimos sobre nuestras caras. Me gusta mirar tus marcas porque pienso que ha pasado agua por el río, y me gusta mi cicatriz que tengo en el ojo izquierdo por la misma razón. Es que somos adictos a las batallas y a las muestras de sangre. Es que somos, al parecer, el uno para otro. No el uno para el otro.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Por otra calle

Las luces iluminaban las faldas del cerro como si este tuviera vida,
al menos por unos minutos,
yo sentí que podíamos volver a ser felices.

Después, vino el diluvio:
se nos llenaron los vasos con arena de desiertos rotos,
con aguas de ríos infectados de sangres,
se nos llenaron
con los lápices mal cortados
con los crayones y tizas usados
con las calaveritas de cementerio
dibujadas en máscaras extranjeras.

Se puso a llover, y me dijiste: me gusta tanto el frío.

Entonces, me fui
a llorar a una fuente de agua de deseos rompidos.
No rotos, rompidos, de esos que no se recomponen nunca.

Decidí que te esperaría
con un chocolate enredado en los dedos.

El volantín tricolor
no podrá

ser encumbrado este año.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Efecto Inverso

Cuanto menos me quieres, más ganas me dan de quererte. Menos cariño me haces, y más quiero hacerte yo. Más indiferente eres conmigo y más importante eres para mí. Me repites que no quieres volver y eso hace que yo sienta muchas más ganas de que volvamos. Me pones trabas para que nos veamos y yo te hago el camino fácil. Te ocultas de mí y yo más te busco. Creo que si realmente quisieras que yo desapareciera de tu vida, no responderías mis llamados y me gritarías que no quieres verme nunca más. En cambio lo que haces, es abrirme una ventana en tu corazón y en tu vida; ya no es una puerta, lo sé, pero sigue siendo una espacio abierto al que yo puedo acceder.

sábado, 11 de junio de 2011

Garfio

Se subió a la micro. Hacía tanto frío esa mañana. Camino unos metros, un asiento libre del lado de la ventana. Le pidió permiso al hombre sentado del lado del pasillo. Y fue ahí cuando lo vio: ese hombre tenía un garfio en vez de una mano. Ella tuvo miedo. Pensó que él podía querer asaltarla cuando bajara de la micro. Ella también pensó que ese hombre tenía dos opciones en la vida: podía dedicarse a hacer el bien o podía dedicarse a hacer el mal.

domingo, 5 de junio de 2011

martes, 31 de mayo de 2011



(texto en proceso)


La recordaría. Por algo mínimo, por lo menos por algo estúpido, pero la recordaría. Su pelo largo, negro y un poco ondulado, un poco desteñido por tanta tintura. Recordaría también sus labios partidos, sus labios siempre partidos en invierno y en verano. Recordaría que amaba los edificios rotos, los botones de colores, los lápices, las autos, los puentes. Su vida se cruzó con la mía en uno de esos puentes, nos reconocimos mediante un espejo que había en uno de ellos.

La recordaría, lo sé. De alguna y otra forma. Por su constante miedo a la derrota, por su obstinada actitud hacia la deriva, por su tendencia a la depresión, a la tristeza, a la angustia. Le costaba ser feliz, estar bien, reír sintiéndose plena.

Se pintaba los labios rojos, una vez vio que una señora muy vieja y muy linda se los pintó así. Si a ella le quedan bien, ¿porqué a mí no?

Yo sé que todas esas cosas algún día se me olvidarán, pero hoy espero poder recordar esa niña que fui de adolescente, cuando la sangre me hervía dentro de las venas y mi boca y mis manos no lograban externalizar esa pasión subcutánea.

lunes, 9 de mayo de 2011

A mí también me gusta escucharte
recitar poemas aletargados
detrás de la puerta
mientras soy el niño muerto
del poema de Teillier.

martes, 26 de abril de 2011

miércoles, 20 de abril de 2011

Porfía

Todos tenemos que estirarnos un poco
para alcanzar
lo que queremos.

viernes, 8 de abril de 2011

Ñi


Quiero: quiero tanto de esto, y esto es todo lo que tengo, y esto que tengo es lo que más quiero!

martes, 29 de marzo de 2011

Niño Piedra

Le escribo esto al niño de piedra
a quien tanto me quiso
y a quien tanto quise

Su dolor está oculto,
(cada uno carga su propia cruz
y cada uno vuela como puede)

Niño de piedra,
un día me robaste el corazón
y me lo devolviste distinto

Yo ahora te escribo esto
a modo de despedida
los dos tomamos caminos paralelos
seguramente
se cruzarán algún día
pero no es algo que hoy
nos deba preocupar

Niño de piedra
cuánto dolor y cuánto llanto
(tienes/tengo)
guardados

A olvidar
se nos mandó
y yo hago caso como es debido

Para avanzar
hay que caminar
hay que seguir, niño piedra
tú sabes hacerlo mejor que yo

Así son las cosas
por eso me despedido
y le robo una frase
al más conocido de los poetas:

aunque este sea el último dolor
que ella me causa
y estos sean los últimos versos
que yo le escribo








lunes, 14 de marzo de 2011

Sonará a Sabina

Para mí lo que tuvimos siempre sonará a Joaquín Sabina. Sonará a caminar de la mano por esa calle con adoquines y casas de colores donde viviste. Sonará a lluvia que cae afuera mientras miramos por la ventana. Sonará a escaleras de madera en forma de espiral que crujen cuando subimos. Sonará, un poco, a desayuno a la sombra de un árbol que no recuerdo el nombre, y en un jardín que no sé dónde habrá quedado.

Sonará como la primera vez que escuché a Sabina sin hacerme la tonta, porque antes de esto para mí él no era importante. Sonará a una muchacha de ojos tristes que se refugia en la escritura de sus memorias para pasar un poco las penas, haciéndole creer al lector que estas líneas son ficticias.

Sonará a unas pequeñas lagrimitas derramadas cualquier día sobre cualquier mesa en cualquier casa.Sonará a recordar esa parte del puente de "Rayuela" que él le repetía de memoria a ella, mientras ella, derramaba su inmadurez por todo el cuarto sin entender nada del todo.

Sonará a todas esas cosas tristes que nadie nunca quiere leer otra vez porque saben que esas cosas duelen y hacen llorar un poco. Hacen llorar cuando se cree que el llanto es más falso que las llamadas "lágrimas de cocodrilo", pero que, en el fondo, cuando se llora de esa forma, uno sabe que es el llanto más profundo y necesario que se debe hacer de vez en cuando. De vez en cuando se pierde algo o a alguien, y se sabe que, lamentablemente, sí tenía que ser. Porque desde un principio estaba acordado que así sería: esto duraría poco tiempo. Y no porque dos personas quieran jugar a quererse el acuerdo cambiaría, no, no. Así era, así tenía que ser y así es.



jueves, 10 de marzo de 2011

No sabes

Tu falta de conocimiento de mundo
se nota
hasta en el hecho
de conjugar en verbo:
lo haces mal.

lunes, 7 de marzo de 2011

Boni.

Yo antes era bonita, pero ya no lo soy tanto. Lo que pasa, como siempre lo sospeché, es que: me estoy pudriendo por dentro. (pero no se lo digas a nadie, es un secreto, y tal vez, no mucha gente vaya a notarlo).

domingo, 6 de marzo de 2011

A ti te gustaba mucho el frío. Eso nunca se me va a olvidar. Más ahora, que ya está empezando a hacer frío. Me acordé de eso hoy, y lo escribo aquí. No sé porqué. No creo que lo vayas a leer.

viernes, 4 de marzo de 2011

( ... )

Recuerdas esa película? La que me encanta y que te obligué a ver... Luego de verla, me dijiste que, en realidad, era una película muy mala. En fin. De esa película rescato la siguiente frase, para explicarme/nos lo que nos ocurre ahora: "La gente está hecha del mismo material que los sueños".- Así es. Tan etéreos somos que un día nos vemos y estamos juntos, y al siguiente... al siguiente no hay siguiente. Se acabó. Por una cosa o por otra, la cosa es que los sueños también son así: empiezan, son bellísimos, son mágicos, fantásticos, pero se acaban. Al final uno despierta y se da cuenta de que solo había estado soñando.

martes, 1 de marzo de 2011

Tú sabes de qué hablo

Esto empezó y era una simple "equis". ¿Recuerdas? Dijimos que sólo sería eso. Que no sería eterno, que duraría sólo un tiempo, pero que nunca lo olvidaríamos. La equis que nos rayamos en las muñecas, ese día, en el patio de tu casa, simbolizaban esto.

Yo quería quedarme así, quería quedarnos así. Pero las cosas pasan, uno no las controla, y uno no elige, ahora lo sé: tú siempre tuviste la razón. Yo creo que nunca leerás esto, pero prefiero decírtelo por aquí que por un mail que mandarás a la papelera sin leer. Prefiero que quede escrito en algún lugar.

Tenías razón, hoy me doy cuenta; y hoy puedo decir que es un poco tarde para nosotros, pero no para mí, a mí me sirve saber lo que enseñaste alguna vez.

No sé qué pasó. La verdad, estaba todo bien. Pero lo malo fue querernos tanto. Lo malo, pero también lo bueno. No me arrepiento de haberte dicho que te quería aquella noche cuando todo el miedo rondaba en tu pieza. Cuando no podía quererte porque tú me lo habías prohibido. Así son las cosas, no se controlan. Como tampoco pudimos controlar el hecho de que nuestra "equis" se haya convertido en un abecedario casi completo. Lamentablemente, ese casi marca nuestra imperfección. Nuestro punto débil. Nuestro círculo incompleto.

Yo quería la equis para toda la vida. Ahora tendré más que una equis, tendré más letras para mí, tal vez las tomes también, y tal vez, algún día, hagamos un poema con todas esas nuevas letras y palabras que nos regaló el destino. Porque yo sí que creo es estas cosas, tú sabes de qué hablo.

En Blanco

Ya va siendo hora
de ver una película,
tirarme a la cama
y llorar
llorarlo todo
llorar
lo que se ha acumulado en este período.

Qué más me queda... (?)
me quedaré en silencio
en un profundo silencio
apretaré mi llanto en la almohada
y comenzaré a sanar.

Es que aún
no he salido
no sé cómo hacer para salir
la vida
no me está ayudando mucho en esto
y yo sola
estoy vulnerable a cualquier situación.

Tengo derecho a equivocarme...
aunque suelo aprovecharme de este derecho

No sé qué más decirte.
Algo se nos quedó en el camino
había algo que no supimos (o no supe)
resolver.