viernes, 23 de septiembre de 2011

Distintos

Parece que nuestros nombres empezaran con letras distintas... A veces pienso que los meses se suceden como en el viento sin que logremos notarlo, porque pasan y son tan ligeros que no los percibimos sobre nuestras caras. Me gusta mirar tus marcas porque pienso que ha pasado agua por el río, y me gusta mi cicatriz que tengo en el ojo izquierdo por la misma razón. Es que somos adictos a las batallas y a las muestras de sangre. Es que somos, al parecer, el uno para otro. No el uno para el otro.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Por otra calle

Las luces iluminaban las faldas del cerro como si este tuviera vida,
al menos por unos minutos,
yo sentí que podíamos volver a ser felices.

Después, vino el diluvio:
se nos llenaron los vasos con arena de desiertos rotos,
con aguas de ríos infectados de sangres,
se nos llenaron
con los lápices mal cortados
con los crayones y tizas usados
con las calaveritas de cementerio
dibujadas en máscaras extranjeras.

Se puso a llover, y me dijiste: me gusta tanto el frío.

Entonces, me fui
a llorar a una fuente de agua de deseos rompidos.
No rotos, rompidos, de esos que no se recomponen nunca.

Decidí que te esperaría
con un chocolate enredado en los dedos.

El volantín tricolor
no podrá

ser encumbrado este año.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Efecto Inverso

Cuanto menos me quieres, más ganas me dan de quererte. Menos cariño me haces, y más quiero hacerte yo. Más indiferente eres conmigo y más importante eres para mí. Me repites que no quieres volver y eso hace que yo sienta muchas más ganas de que volvamos. Me pones trabas para que nos veamos y yo te hago el camino fácil. Te ocultas de mí y yo más te busco. Creo que si realmente quisieras que yo desapareciera de tu vida, no responderías mis llamados y me gritarías que no quieres verme nunca más. En cambio lo que haces, es abrirme una ventana en tu corazón y en tu vida; ya no es una puerta, lo sé, pero sigue siendo una espacio abierto al que yo puedo acceder.