miércoles, 10 de noviembre de 2010

Te pido

Yo sí te pedí la luna. Yo te pedí una flor, te pedí una casa y unos hijos. Te pedí quedarte, te pedí que no te fueras a buscar otra vida. Te pedí tu vida y te pedí la mía. Pero ya era tarde. Cuando quise acordarme, ya te la habías llevado. Te la vuelvo a pedir ahora, que estás tan lejos. Te pido que no respires en mi cuello, te pido que no me beses el ombligo, te pido que no te comas mi piel, te pido que no me llores en el pelo, y que no me aprietes entre tus manos. Te pido que me devuelvas mis noches. Te pido mis recuerdos de vuelta. Te pido que no te vuelvas a meter en mi cama. Te pido que no me sonrías al ver que dormimos juntos. Te pido que no te pasees por esa plaza, que no te pasees por esa calle, te pido que olvidemos y que me dejes olvidar. Te pido mis manos, mis uñas, mi pelo que era rojo. Te pido la alfombra de tu casa, te pido las sábanas de mi cama, te pido los sillones, las almohadas, los cobertores y los tapados. Te pido las mordeduras en los labios, esas que dejaron marca por días, y los moretones artificiales escritos en las zonas más blancas del cuerpo. Te pido mi conciencia, te pido mi cordura, te pido mi orgullo, te pido mi dignidad, te pido mis latidos. Te pido, ante todo, que no me hables, que me ignores, que me rechaces, que me escupas, que me maltrates, para así poder dejar de pedirte cosas que nunca me darás.

1 comentario:

Ramón Mejía dijo...

"Te pido... que me regreses la vida"
Grandioso! :O Que intenso estuvo leer eso... Oye, tranquila, sí? Nadie nunca podrá darnos todo lo que pedimos por el hecho de que siempre hay algo nuevo que pedir...
Me gusta" Te sigo. :)
A ver si me visitas!
Besos!