sábado, 22 de noviembre de 2008
Las niñas buenas se van al cielo, las malas van a todas partes
Esta es la incómoda situación que se nos presenta a la mayoría de las mujeres cuando debemos comunicarles a nuestras madres que, lo sentimos mucho, pero ya no podremos realizar su sueño de llegar puras y blancas al matrimonio, porque perdimos nuestra virginidad.
La madre está lavando los platos de la cena, o planchando o para qué incentivar el machismo: puede estar leyendo un libro recostada en el sillón o tejiendo algo. Nos acercamos a ella lentamente con un tierno, sugerente e interrogativo “mamá…”. Ella, de la forma mas dulce que jamás has vuelto a ver en su cara nos responde: “dime, hija”. Nos acercamos por completo, nos sentamos a su lado y le tomamos la mano. “Me pidió la prueba del amor”, decimos rápido y casi levantando las manos, como diciendo “yo no hice nada, cúlpalo a él”. Es la mejor y más usada excusa. Es un monstruo, piensa de inmediato tu madre y lo expresa claramente con su espantado rostro de telenovela. No puede entender que como tienes novio te dieron ganas de agarrártelo y eso es todo. Incluso te gustó. En definitiva, no te arrepientes de lo vivido, no lo cambiarías por un largo y casto camino hasta el día en que llegues (si es que) al altar. Para ella es un karma, para ti una bendición.
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1 comentario:
Es Bakan ese cuento
tanto como
Clases de Darivés
sos una narradora joven
y poetiza en prosa
y en verso
y en cara
y de pie
sos grande mi amor
una diva
una washita sexy
un bombon
sos todo lo que sho siempre quise
papas fritas con puré
con ensalada de papas mayo
:-D
te quiero mucho
mi vida
kiero que siempre estés feliz
contenta
y comprensiva
escuchadora
y concejera
wena onda
y amiga
linda
e inteligente
carretera
y estudiosa
loca
e intelectual
tual-pal-mak
taaaaak----tk
muaks!
..besitos..
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