sábado, 11 de junio de 2011

Garfio

Se subió a la micro. Hacía tanto frío esa mañana. Camino unos metros, un asiento libre del lado de la ventana. Le pidió permiso al hombre sentado del lado del pasillo. Y fue ahí cuando lo vio: ese hombre tenía un garfio en vez de una mano. Ella tuvo miedo. Pensó que él podía querer asaltarla cuando bajara de la micro. Ella también pensó que ese hombre tenía dos opciones en la vida: podía dedicarse a hacer el bien o podía dedicarse a hacer el mal.

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