miércoles, 3 de febrero de 2010

A Frida


Diego y yo

Yo tengo en mi cabeza
la cabeza de un hombre
-¡matriz sin salidero!
Y darlo a luz me mata,
me hace morir teniéndolo.
No es un hombre, es un niño,
como un diente clavado.
Si no nace, por dentro me devora,
si nace me hunde sesos y cráneo.
En medio de la frente tiene un ojo
que me vigila, frío,
para que culpa alguna me destierre
de este vetusto paraíso.

Frida Kahlo


Como si te entendiera más que tú misma escribo esto, pensando en ti y pensando en mí, pensando en lo que fuiste y pensando en lo que fui, hace un tiempo, sumida en el desencanto de un amor odioso, de un amor frío y espantoso. Ahora somos grandes, ya no miramos con la cara metida entre las rodillas, ahora miramos de frente y siempre de vista al sol.

Frida, yo te admiro y me encuentro en ti, en tus obras están mis versos y te siento como parte de mí, de lo que soy ahora y seré siempre por más que viva infinidades de situaciones distintas, tu dolor está en mí impreso a partir de mi dolor (nunca me llevaré el tuyo, cada uno carga su propia cruz y cada uno vuela como puede).

Respeto tu dolor como tú respetas el mío y en el fondo del corazón llevaremos impresas las marcas de la vida: de vivir esperando, de vivir soñando, de vivir anhelando. Lo importante es que tú cumpliste tus sueños y que yo, estoy cumpliendo los míos.

2 comentarios:

Drayden dijo...

[ gracias por visitarme, igual tenia mucho sin pasar a verte, gracias por lo de la foto, te refieres a la del ojo? ]

Nia dijo...

Me sumo a tu admiracion....