miércoles, 5 de diciembre de 2007

Mi muñeca no es de trapo

Es que esta muñeca se cansó del hueveo horrible de jugar con su papi. Ya no quiero, ya no quiero, suéltame papito, por favor hoy no. Pero las muñecas no hablan ni piensan, sólo juegan cuando su dueño quiere.

Mi muñeca no me habla, porque está muy triste. Tiene la carita llena de golpes y lagrimitas amarillas; mi muñeca se cansó de jugar. Ella no lo sabe, pero lo percibe: este no es un juego que todos los papás hacen con sus hijas muñecas. Papá le miente y ella se da cuenta; mi muñeca no es tonta, está conciente de que quiere parar esto, que no es divertido, que la lastima, que la quema, que la ahoga, que la aprieta, que la golpea, que le duele, en lo más hondo de su guatita a ella le duele, en lo más hondo de su pecho, en su corazón de princesita que palpita rápido al oír los pasos de su papi; ahí, ahí a ella le duele.

2 comentarios:

ale dijo...

los muñecos tambien lloran

Anónimo dijo...

ahh ya te dije que este cuento me dio mucha pena pero aun asi esta hermoso :)
me encantan tus cuentos julieta son muy bellos...